Biden también se llevó documentos a casa: las claves de la polémica

1 year ago 52

El presidente estadounidense Joe Biden firma unos documentos mientras habla por teléfono

El presidente estadounidense Joe Biden volvió a enfrascarse en una polémica no forzada con un asunto que Donald Trump conoce bien: no haber devuelto cuando debía unos documentos confidenciales. Pese a las diferencia entre ambos casos, la controversia ha sido un regalo para los republicanos. El partido de Trump lleva semanas queriendo olvidar su crisis política con la elección de speaker en la Cámara de Representantes. Biden les ha regalado una oportunidad única.

La mala gestión de documentos oficiales del gobierno por parte de políticos mediáticos es un tema recurrente en la política estadounidense de los últimos años.

  • El uso que hizo Hillary Clinton de un email privado durante su mandato como Secretaria de Estado muy probablemente le costó la presidencia.
  • Donald Trump protagoniza una investigación del Departamento de Justicia sobre archivos de su tiempo como presidente que debería haber entregado hace tiempo.

Con Biden, el problema para la Casa Blanca es extra por una cuestión de transparencia.

  • Pese a las críticas que el presidente ha vertido contra Trump por su conflagración legal, su equipo lleva meses sin contar que Biden también tenía documentos confidenciales en localizaciones no-seguras.
  • Pero hay algo peor. La primera vez que se supo de esos archivos fue en noviembre de 2022, una semana antes de las elecciones de medio mandato.

Tras las revelaciones que ponen a Biden en el foco, surgen varias preguntas sobre los documentos. Varias de ellas todavía no tienen respuesta. ¿Sobre qué tratan los documentos? ¿Qué hacían los documentos en el lugar en el que se encontraron? Pero otras cuestiones plantean nuevos problemas para el mandatario. ¿Cuándo lo supo? ¿Por qué su administración no contó nada en noviembre? Y sobre todo, ¿qué consecuencias habrá para Biden?

Los documentos de Biden: ¿, qué, dónde y cómo?

La polémica con los documentos de Biden se remonta al 2 de noviembre. Los abogados personales del presidente encontraron archivos de la administración de Barack Obama en un armario de una oficina que Biden tenía en el laboratorio de ideas que fundó tras dejar su puesto como vicepresidente: el Penn Biden Center de Washington D.C. Desde ahí, se empiezan a desencadenar unos primeros acontecimientos a los que la ciudadanía estadounidense es ajena.

  • Ese mismo día, los abogados de Biden notifican el descubrimiento a Archivos Nacionales, la agencia federal que lidia con ese tipo de documentos de un exfuncionario.
  • El 9 de noviembre, el FBI y el Departamento de Justicia lanzan una primera investigación sobre los documentos, que incluyen algunos marcados como top secret.
  • El 14 de noviembre, el Fiscal General Merrick Garland decide asignar a un fiscal especial para que indague en lo ocurrido.
  • Y el día 18, Garland también asigna a otro fiscal especial para supervisar las investigaciones en torno a Trump, incluida la de los documentos requisados en Mar-a-Lago.

Pero el punto de inflexión de la polémica llega el 20 de diciembre, fecha en la que los abogados personales de Biden deciden indagar en las residencias privadas del presidente. Ahí, en Wilmington, Delaware, encuentran otras pocas páginas de posibles documentos confidenciales en el garaje de Biden. No acaba ahí.

  • El 11 de enero, los abogados personales de Biden vuelven a inspeccionar las casas del presidente en Wilmington y en Rehoboth Beach. Encuentran una página posiblemente confidencial en la primera residencia, pero nada en la segunda.
  • Un día después, los abogados de Biden empiezan a transferir los documentos al Departamento de Justicia y descubren otras cinco páginas de materiales clasificados.

En total, los abogados de Biden y agentes del Departamento de Justicia identifican cuatro grupos distintos de documentos diferentes: 10 páginas en la oficina y 6 páginas en la residencia de Wilmington. Todavía se desconoce cuántas páginas había en los documentos encontrados el 20 de diciembre.

Por qué se ha dado así

Una de las preguntas más sonadas sobre la polémica es por qué los estadounidenses solo han conocido estas revelaciones en enero.

  • La primera referencia de la polémica de los documentos de Biden se conoció por primera vez gracias a que las publicara CBS News el pasado 9 de enero.
  • Un día después, CNN contó que algunos de esos documentos contenían información de inteligencia sobre Ucrania, Irán y Reino Unido.
  • 10 semanas antes, el 2 de noviembre, el país estaba en plena campaña electoral. Apenas seis días después, los demócratas se jugaban sus mayorías en las cámaras legislativas federales.

Nadie ha podido confirmar si el silencio de la Casa Blanca tiene que ver con consideraciones electorales. Pero las ramificaciones electorales de la polémica son evidentes.

  • Solo mes y medio antes, Biden había tildado a Trump «totalmente irresponsable» por su gestión de documentos confidenciales.
  • Y cabe repetir: las diferencias entre ambos casos es enorme. Pero los detalles suelen ser poco importantes en política cuando los casos son tan similares en la superficie y la acusación es la supuesta hipocresía de un candidato.

¿Y a qué se agarra la administración para explicar el silencio de las 10 semanas? El abogado de Biden Bob Bauer aseguró que existen dos motivos para no haber revelado información antes:

  • Primero, para proteger la integridad de la investigación del Departamento de Justicia. Bauer cree que revelar detalles sobre el caso podría perjudicar al trabajo de los fiscales.
  • Y segundo, para evitar ofrecer detalles al público que luego terminan siendo incorrectos, como cuando anunciaron haber descubierto un papel en la casa de Biden en Wilmington para corregir poco después y decir que en realidad encontraron un total de seis papeles.

Las diferencias entre los documentos de Biden y Trump

Con la investigación en marcha, es difícil saber las consecuencias que podría haber para Biden, pero los expertos creen que las repercusiones, si acaso, solo serán políticas. Y mucho depende de cómo Biden y sus aliados salgan del bache explicando las diferencias con respecto a la polémica de los documentos de Trump requisados de Mar-a-Lago en agosto.

  • Trump se llevó cajas y cajas de archivos del gobierno a su residencia en Florida pese a que no lo tenía permitido. Entre los documentos había algunos confidenciales y top secret. De Biden por ahora solo se conocen unas veintena de páginas de documentos encontrados.
  • Trump intentó y sigue intentando demostrar que él puede quedarse esos archivos. Y lo ha llegado a hacer hasta en los juzgados pese a que pocos creen que su argumento tenga mucho futuro.
  • Y lo más importante: Trump y su equipo se pasaron 15 meses entre 2021 y 2022 aferrándose a los archivos que Archivos Nacionales quería recuperar. El finiquito lo puso el FBI con la redada que llevó a cabo de Mar-A-Lago el pasado agosto.

Ese último punto es el más importante. Pese a que la transparencia de la Casa Blanca con este caso no haya existido, la información revelada hasta ahora apunta a que la administración tomaron medidas muy diferentes a las de Trump.

  • Por un lado, notificaron de inmediato a las autoridades pertinentes para gestionar el requiso seguro de los documentos.
  • Por otro, el Departamento de Justicia asignó en noviembre a un fiscal para que hiciera una primera valoración y en enero nombró a un fiscal especial con más poderes que ahora indaga de forma más exhaustiva para descifrar lo ocurrido.

En cualquier caso, el mayor problema lo tiene Biden en el frente político. E ilustrativo de ello es un intercambio que tuvo con el periodista de Fox News Peter Doocy en la Casa Blanca después de que este le preguntara que en qué estaba pensando cuando guardó documentos clasificados en un garaje junto a su Corvette. Biden respondió: «Por cierto, mi Corvette está en un garaje cerrado. ¿Vale? Así que no es como que está a la intemperie en la calle». Eso es algo que podría haber dicho Trump.

Read Entire Article