ChatGPT, Bard y más: diferencias y limitaciones de los chatbots de inteligencia artificial

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La carrera por la inteligencia artificial (IA) en forma de chatbot conversacional ha tomado velocidad en lo que llevamos de 2023. Como os hemos contado en Maldita.es, 2022 cerró con la comunidad de internet fascinada con ChatGPT, un modelo de IA de OpenAI, la compañía que también ha creado DALL-E. Desde entonces, han empezado a salir a la luz más chatbots y las grandes compañías tecnológicas se interesan por ellos.

A principios de enero empezaron a sonar campanas de unión entre el buscador Bing de Microsoft y ChatGPT: se anunció que la big tech quería integrarlo para que las respuestas del motor de búsqueda fueran más humanas y afinadas y competir así con Google, y Microsoft ya ha invertido 10.000 millones de dólares en OpenAI. El 7 de febrero se confirmaba durante una presentación de la empresa: se integrará la tecnología de OpenIA en el contexto de las búsquedas tanto en Bing (que usará un modelo de IA generativa, un tipo de aprendizaje profundo, llamado Prometheus) como en Microsoft Edge.

Pero Google no se ha quedado parado: el 6 de febrero de 2023 anunció a Bard, su propio chatbot inteligente, que se presenta hoy oficialmente en un evento online (iremos actualizando los detalles). También ha invertido 300 millones de dólares en Anthropic, una compañía de IA.

Aunque ya hemos explicado en Maldita.es que los chatbots como ChatGPT, tal y como se han diseñado, no están concebido para usarse como un buscador al uso, sí se está estudiando cómo integrarlos para que los usuarios puedan hacer preguntas al chat y se están potenciando sus aplicaciones. Enumeramos los sistemas de chat con inteligencia artificial de los que más se está hablando - ChatGPT, Bard, Claude, ChatSonic, YouChat, Perplexity y Piggy -, y probamos a hacerle las mismas preguntas a los que están disponibles para comparar sus respuestas.

ChatGPT

ChatGPT es un modelo informático de lenguaje, entrenado con una extensa base de datos para ser capaz de responder a las preguntas que le hagamos, basado en el modelo de lenguaje por inteligencia artificial GPT-3.5 (propiedad de OpenAI), como hemos explicado en Maldita.es. Se presentó el 30 de noviembre de 2022, y ha sorprendido por sus conversaciones fluidas, la originalidad de sus respuestas y la amplitud de cosas que se le pueden pedir.

Sin embargo, por sí mismo no funciona como un buscador como Google: no está conectado a internet ni conoce la actualidad. Su base de datos llega hasta 2021, así que si le preguntamos por algo que haya pasado en 2022 o 2023, no sabrá responder.

ChatGPT ha seguido evolucionando y el entrenamiento de su IA ha mejorado: antes, no dudaba en afirmar que el número nueve es primo, pero ya ha corregido esa respuesta. En particular, el portal anuncia (con un mensaje en una ventana emergente al entrar a la web) que se actualizó el 30 de enero con mejoras en sus capacidades matemáticas. Pero en ocasiones sigue devolviendo información incorrecta y confusa. Como nos explicaron Juan Alonso y Eduardo Noeda, del laboratorio Both de experimentación de tecnología, ChatGPT es como "un estudiante que ha ido a clase pero no se ha preparado un examen": dice generalizaciones y no siempre acierta.

ChatGPT se puede probar aquí de forma gratuita. También han lanzado la versión de pago ChatGPT Plus.

Bard

En Google han trabajado a contrarreloj para presentar su alternativa a ChatGPT, bautizada como Bard, que anunciaron el 6 de febrero. En palabras de Sundar Pichai, CEO de Google y Alphabet, se trata del próximo paso importante en el viaje de la IA de la compañía. ¿En qué consiste ese viaje?

Bard es una inteligencia artificial conversacional experimental, impulsada por LaMDA. LaMDA también es un modelo conversacional de IA, que quizá te suene porque el año pasado, Blake Lemoine, en ese momento ingeniero de software en Google, dijo que tenía conciencia. En Maldita.es ya te explicamos que esta afirmación no es verdad.

Según se recoge en la publicación de Pichai, Bard se basa en información de la web para proporcionar respuestas recientes. Entre los ejemplos que da Google estaría usarlo para explicar los nuevos descubrimientos del Telescopio Espacial James Webb de la NASA a un niño de nueve años o aprender más sobre los mejores delanteros del fútbol en este momento. Todo esto sería una diferencia con ChatGPT, que no está conectado a Internet y no puede acceder a la actualidad.

La idea de Google es que la IA pueda ampliar y mejorar la manera en que buscamos información. Según Pichai, aunque normalmente pensamos en preguntas rápidas y respuestas concretas, como cuántas teclas tiene un piano, también se busca en Google información más profunda, y ahí es donde quieren integrar la inteligencia artificial. Como muestra la captura de abajo, si alguien preguntara al buscador qué es más fácil, aprender a tocar el piano o la guitarra, y cuánta práctica necesita cada uno, Bard podría sintetizar ideas, extraer información compleja y dar diferentes perspectivas, además de devolver los enlaces a los que ya estamos acostumbrados.

Ejemplo de una pregunta a Bard en la publicación de Google sobre qué es más fácil, aprender a tocar el piano o la guitarra: “Algunos dicen que el piano es más fácil de aprender, ya que el movimiento de los dedos y de las manos es más natural, y aprender y memorizar las notas puede ser más fácil. Otros dicen que es más sencillo aprender los acordes en la guitarra, y que podrías pillar un patrón de rasgado en un par de horas. Los profesores de música recomiendan que los principiantes practiquen al menos una hora al día. Para conseguir un nivel intermedio, normalmente lleva de tres a seis meses para la guitarra y de 6 a 18 para el piano”.

Por el momento, Bard estaría siendo testada por evaluadores externos y, según Pichai, podría estar disponible para el público en las próximas semanas: “Estas nuevas funciones de la IA comenzarán a implementarse en la búsqueda de Google pronto”.

Claude

Como hemos adelantado, en uno de sus movimientos por la carrera de la IA, Google ha invertido 300 millones de dólares en Anthropic. Pues esta compañía (fundada por exinvestigadores de OpenAI) también está desarrollando su propio chatbot, otro posible rival de ChatGPT, llamado Claude.

De momento, Claude está en versión beta cerrada, pero en el blog de la compañía de IA Scale, que tuvo acceso, se puede leer una comparación técnica entre ambos sistemas.

Al igual que ChatGPT, se basa en aprendizaje por refuerzo, pero Claude utiliza un enfoque concreto llamado “IA constitucional”. Los analistas subrayan que parece más “consciente” de lo que no puede hacer que ChatGPT. Por ejemplo, cuando le preguntan por un cálculo matemático complejo, ChatGPT da la respuesta (imprecisa) sin dudar, mientras que Claude reconoce sus limitaciones. También consideran que Claude es más divertido y natural a la hora de expresarse; sin embargo, en generación o razonamiento sobre código, ChatGPT parece ser mejor.

Captura de lo que Claude responde cuándo le dicen que se presente. En su contestación, dice que es un asistente conversacional basado en IA y puesto en marcha mediante procesamiento del lenguaje natural avanzado. También afirma que su objetivo es ser útil, inofensivo y honesto, y que está en una fase de experimentación (no es un producto comercial que ya haya sido lanzado) con capacidades limitadas, pero que sigue mejorando y evolucionando. Fuente: Scale.com.

ChatSonic

“Una alternativa a ChatGPT construida con superpoderes”. Esta es la carta de presentación de ChatSonic cuando entras a la web de WriteSonic, la compañía que ha desarrollado este chatbot. No es la única vez que aparece el modelo de OpenAI mencionado: también dicen que ChatSonic aborda las limitaciones de ChatGPT y lo comparan varias veces en diferentes apartados (“como ChatGPT, pero mejor”).

Lo que sí sabemos es que se diferencia en algunas cosas. En ChatSonic se pueden elegir diferentes personalidades: la IA general, pero también otras voces como guía de viajes, poeta, filósofo, astrólogo, contable o coach motivacional. Según lo elegido, la respuesta se devuelve con uno u otro tono. En ChatGPT esto también se puede hacer, pero no de manera directa: hay que indicar en la pregunta que queremos que adopte esa personalidad.

Otra diferencia es que, si se elige la opción IA general, ChatSonic sí está conectado a internet, y por tanto puede acceder a información actualizada; en particular, en la web indican que está vinculado al buscador de Google.

La tercera diferencia más notable es que ChatSonic incluye en el mismo chat la posibilidad de obtener imágenes utilizando inteligencia artificial. El diseño aparece al momento y se puede descargar desde ahí. También se le pueden dar indicaciones por voz en lugar de sólo mediante texto.

ChatSonic se puede probar aquí.

YouChat

El 23 de diciembre de 2022, el buscador You.com (lanzado en noviembre de 2021 por extrabajadores de Salesforce) anunció su propio ChatGPT, YouChat. Según el anuncio, es un “asistente de búsqueda de IA que reside en tu motor de búsqueda” con el que se puede hablar directamente en los resultados que ofrece el buscador. La plataforma promete encontrar respuestas a preguntas complejas y desbloquear funcionalidades que antes no estaban disponibles en los buscadores. Sí, esto que You.com publicó en diciembre de 2022 recuerda bastante a lo que ha anunciado Google en febrero de 2023. De hecho, como se puede ver en las capturas de más abajo, la forma de mostrar los resultados se parece a la previsualización de Bard.

Tal y como recoge Hipertextual, aunque You.com dice que el chatbot está programado para recopilar información actualizada de Internet y las últimas noticias (una diferencia con ChatGPT), YouChat comete errores. En su presentación, se justifica diciendo: “Aprendo constantemente de la enorme cantidad de información que hay en Internet, lo que significa que a veces me equivoco en algunas respuestas”.

Otra gran diferenciación es que YouChat sí cita las fuentes (aunque no siempre las referencia en el texto y a veces simplemente las indica abajo) y sugiere otros contenidos relacionados en la barra lateral derecha.

YouChat se puede probar aquí.

Perplexity AI

De nuevo, Perplexity AI es un modelo de inteligencia artificial parecido a ChatGPT, pero, de entre todos los anteriores, es el que más atención pone a las fuentes. En sus respuesta, cita al detalle de dónde ha obtenido cada información. No tiene un tono tan conversacional, sino más académico y conciso.

Además, cuando se hace una pregunta, la página de resultados no muestra sólo la respuesta y las citas, también sugiere otras consultas relacionadas. Si se hace clic sobre estas opciones, Perplexity IA vuelve a desplegar información y fuentes.

Este chatbot también está conectado con Twitter: tiene un apartado llamado Bird SQL, una interfaz de búsqueda desde la que se puede explorar el gráfico social de Twitter y hacer consultas como cuáles han sido los tuits con más ‘me gusta’ relacionados con el Mundial de fútbol, ejemplifican desde Perplexity AI. Aquí hay más ejemplos.

Entre las opiniones, hay de todo: usuarios que creen que es mejor que ChatGPT y otros que opinan que el resultado es muy malo. Según su Twitter, el modelo se actualizó el 19 de enero.

Perplexity se puede probar aquí.

Piggy

Piggy no es un modelo de chatbot como los anteriores, sino una herramienta para crear contenido con texto e imagen. Puedes hacerle una pregunta, pero lo que te devolverá será un carrusel de imágenes verticales (con el formato apropiados para compartir en redes sociales). Sobre sus aciertos y limitaciones: aunque le preguntes en español, el resultado lo devuelve en inglés (al contrario de los modelos anteriores que hemos probado), los textos parecen correctos, y las imágenes están más o menos conseguidas. Las respuestas que devuelve se pueden editar (en su app).

Piggy se puede probar aquí.

Esto es lo que nos devuelve cuando le pedimos que explique quién es Lise Meitner a un niño de diez años (como podemos ver en las capturas, el mismo contenido en texto que nos ofrecen los otros modelos). Cuando le preguntamos qué ha pasado en Turquía en 2023, no crea contenido relacionado con el terremoto.

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