Cuando los políticos mienten. El caso de la carretera por el norte de Guara

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El 9 de noviembre de 2022, tras cubrir una reunión de responsables institucionales, los medios de comunicación locales daban la noticia de que el proyecto de carretera por el norte del Parque Natural de la Sierra y Cañones de Guara contaba ya con Evaluación de impacto Ambiental positiva e incluso algunos medios daban por aprobado el proyecto tras ese trámite.

Sin embargo, todavía no se ha publicado dicha resolución en el Boletín Oficial de Aragón.

Los políticos mintieron a los medios, dado que en ese momento el expediente estaba abierto y Ecologistas en Acción, como parte interesada, estaba presentando alegaciones en el trámite de audiencia correspondiente. Dichas alegaciones todavía no han sido respondidas y sin embargo ya existe un borrador de la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) que resulta compatible a los efectos ambientales.

Con ello, tendremos que buscar otras vías de denuncia, porque nos tememos que todo va a dar igual y que en breve se publicará la resolución del INAGA en el BOA. Eso sí, esta vez se pueden ahorrar el comunicarlo a la prensa. Cuando un proyecto deja de ser analizado técnicamente y se convierte en una cuestión de control político como es el caso, todo esta ya vendido.

Cuando esto ocurre, todo son zancadillas a la participación ciudadana para que no haya contrastes con los grandes beneficios sociales con los que se les llena la boca cuando hablan con los medios. Que si no nos dan las condición de personados en el expediente por muchas veces que se solicite, para ahorrarse trámites y todo vaya más rápido y con menos control, sin olvidar las dificultades que supone para los colectivos alegantes y las facilidades para el promotor que se ahorra contestar a las demandas y propuestas realizadas de manera rigurosa; Ausencia de documentos básicos en la documentación a la que se tiene acceso y otros que aparecen al final por arte de magia para solventar defectos; Resoluciones basadas en informes sin firmar y con autoría desconocida; Poner en duda, cosas fácilmente constatables, como la fecha de presentación en registro de nuestros escritos para considerarlos fuera de plazo…

También resulta sorprendente, o más bien no, que mientras los medios recogen la información oficial de los grandes beneficios de la ejecución del proyecto, a nivel técnico en su fase administrativa, el promotor no justifica, ni razona, ni explica el objetivo. Sólo hace referencia a documentos normativos del Parque Natural, donde se señala de manera ambigua la pertinencia de la consecución de la nueva carretera, que no pista forestal como se vende. No se tiene en cuenta que dicha normativa es antigua y que la evolución del espacio natural en el que se desarrolla el proyecto, debe atenerse a la realidad actual. La aprobación del parque natural data de 1990, que su PORN (Plan de Ordenación de los Recursos Naturales) data de 1997 y su PRUG (Plan Rector de Uso y Gestión) de 2014, sin contar que estos dos últimos hoy requerirían de una Evaluación Ambiental Estratégica.

No existe ninguna justificación, en toda la documentación puesta a disposición en el trámite ambiental del porqué real de esta actuación. No se han hecho estimaciones de número de vehículos o personas que puedan transitar, no se ha analizado el número de personas de los pueblos de Bara o Las Bellostas (u otros) que puedan emplear dicho acceso para mejorar sus condiciones de vida, ni los tiempos necesarios para franquear distancias (comparándolo con la situación actual), no se hace referencia a la posibilidad de dar acceso a pueblos actualmente abandonados (Nasarre, Otín, Miz, Letosa, Bagueste), ni mucho menos si el proyecto objeto de este trámite podría conllevar o tener por objeto la rehabilitación de pueblos, desarrollo de nuevas actividades económicas en la zona de influencia, así como un largo etcétera de cuestiones que se consideran imprescindibles para entender la necesidad de llevar a cabo este proyecto, descartando otros menos agresivos con el medio ambiente, como pueda ser el arreglo del tramos de acceso ya existente (la mayor parte del trazado existente).

En contraposición con lo anterior, se ha alabado en prensa unas supuestas bondades que aportaría el nuevo acceso a la zona, dando a entender (de manera totalmente falsa) que se va a dar acceso a pueblos actualmente abandonados, ubicados en la cercanía de a la nueva “pista forestal”. Sin embargo, el proyecto contempla únicamente un eje, no se proyecta ninguna mejora a los accesos/ramales hacia los pueblos, ni se expresa la previsión de ellos. Es más, el propio Estudio de impacto ambiental recoge medidas como “se estudiará la posibilidad de cerrar al tráfico las pistas que se dirigen hacía la zona del macizo de Guara (pistas de Letosa, Otín y Nasarre)”, mostrando claramente que estos accesos no forman parte del proyecto, y que no hay ninguna intención de hacer que estos pueblos sean más accesibles. De hecho, si esta fuera la verdadera razón del proyecto, bastaría con mejorar el acceso existente, sin necesidad de abrir el tramo nuevo entre Bara y las cercanías de Nasarre, alternativa que Ecologistas en Acción pidió que se valorara, pero que, como con muchas otras propuestas, no ha tenido respuesta.

Mentiras para ocultar lo que realmente es: favorecer el desarrollo económico (de unos pocos) a costa de la puesta en juego de valores ambientales. En este caso un atentado al corazón de una de las zonas más extensas y singulares de Aragón, de indudable valor ambiental, tal y como lo avalan las numerosas figuras de protección que supuestamente deberían protegerlo.

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