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Todos hemos oído hablar sobre los posibles riesgos de comer alimentos o en mal estado s o que no se han manipulado o almacenado correctamente pero, ¿pueden también los microorganismos amenazar nuestra salud al maquillarnos? Se han viralizado en redes sociales vídeos de usuarios cortando por la mitad sus utensilios de maquillaje para comprobar si en su interior encontraban vida de alguna clase. Muchos resultan estar en perfectas condiciones (pese a tener varios años de antigüedad) pero en otras…¡Sorpresa!: hongos.
Los utensilios de maquillaje presentan un ambiente ideal para la aparición de hongos y bacterias debido a la acumulación de células muertas y el modo en el que los conservamos (que no siempre es el más adecuado). Utilizar las brochas y esponjas de maquillaje que estos microorganismos han logrado colonizar puede generar o empeorar enfermedades en nuestra piel.
Una mala limpieza y mantenimiento y la acumulación de residuos son algunas de las causas de la aparición de microorganismos
“Los utensilios de maquillaje presentan ambientes muy propicios para la aparición de hongos y bacterias”, explica a Maldita.es Verónica López, médica estética de la Clínica Dermatológica Internacional (CDI) y del Hospital Ruber Internacional. Esto se debe, según explica, a su mala limpieza y mantenimiento general. “La mayoría de las veces, al ir con prisa o por descuido, mojamos la brocha en agua para retirar el maquillaje previo y usarla, pero no la dejamos secar adecuadamente”, comenta.
Además, es fundamental el entorno en el que se guardan estos utensilios. Normalmente tendemos a guardarlas, nada más utilizarlas, en un lugar oscuro (como un cajón). Al estar húmedas y en un lugar cerrado, construimos (inconscientemente) un hábitat ideal para la aparición de hongos.
La marca de brochas Spectrum realizó en 2023 un estudio en el que se observó que estas herramientas de maquillaje pueden estar más sucias que un inodoro debido a su mal almacenamiento. Para ello, examinaron algunas de las brochas que sus clientes guardaban en tocadores de dormitorio, bolsas de maquillaje o para brochas, cajones y soportes en el baño. Estos análisis revelaron que “las brochas de maquillaje sucias contenían más bacterias que el asiento del inodoro”.
Según otro estudio sobre contaminación bacteriana en las herramientas de maquillaje publicado en 2019 en la revista Journal of Applied Microbiology, el 93% de las esponjas analizadas no se habían limpiado y el 64% se habían caído al suelo y seguían utilizándose. En estas, además de bacterias, también se detectaron hongos.
Otro de los motivos que convierte estos objetos en el entorno ideal para el crecimiento de microorganismos, según explica López a Maldita.es, es la concentración de células muertas, descamación (restos de epidermis seca en forma de escamillas) y residuos de productos.
Utilizar brochas y esponjas con hongos para aplicar el maquillaje puede ocasionar o empeorar patologías cutáneas
La experta en medicina estética asegura que usar utensilios de maquillaje con hongos puede ocasionar o empeorar patologías cutáneas. “Podemos observar irritación y enrojecimiento de la piel debido al contacto con el hongo, lo que puede generar molestias y picor en la zona”, explica. Además, el traspaso de células muertas, microorganismos y producto restante puede agravar situaciones de acné, “desde pequeños granitos hasta incluso activar un brote”, aclara.
“Podemos sensibilizar nuestra piel y presentar reacciones alérgicas cada vez que entremos en contacto con el hongo”, añade López, y asegura que esta irritación puede llegar a causar rosácea (afección crónica de la piel que provoca enrojecimiento y sarpullido) en algunos pacientes y un desequilibrio en el microbioma de la piel (el conjunto de organismos que habitan en su superficie y mucosas).
Para evitarlo, es fundamental prestar atención a la higiene, también en los utensilios de maquillaje. Con un buen cuidado, reconoce la experta, pueden durar hasta entre 10 y 12 años.
Higiene para brochas de maquillaje: López recomienda al menos un lavado semanal, dejarlas secar por completo y guardarlas en un recipiente cerrado que evite el contacto con polvo, suciedad o contaminantes externos de otros productos. Además, aconseja renovarlas cuando las cerdas se partan o endurezcan, momento a partir del que podrían irritarnos y dañarnos la piel.
Higiene para esponjas de maquillaje: lo ideal es lavarlas después de cada uso, al estar hechas de un material poroso que facilita que se depositen mayor número de partículas y humedad en su interior.
Tanto en el caso de las brochas como en el de las esponjas de maquillaje, los lavados deben ser preferiblemente con agua y jabón líquido lo más neutro posible. Marcas del sector, como L’Oreal, recomiendan no seguir supuestos consejos, típicos en redes sociales, que animan a limpiar los utensilios con otros productos (como bicarbonato). Además, es preferible no guardarlas en un lugar cerrado hasta que estén completamente secas para evitar la aparición de hongos con la humedad. El secado debe ser al aire libre y en un entorno limpio.
