La fotografía del suicidio en España: hombres de mediana edad que viven en Galicia, Castilla y León o Andalucía

1 year ago 54

suicidios españa

Las muertes por suicidio aumentan año tras año en España y, sin embargo, este crecimiento paulatino no cambia la fotografía del suicida. Hasta 2021, en línea con lo observado en las últimas dos décadas, las personas que se quitaron la vida fueron hombres de mediana edad (40-64 años) que vivían en Galicia, en Asturias y en las provincias más despobladas de Castilla y León, como Zamora, León, Palencia, Burgos y Ávila.

La tendencia del suicidio en España cambia al alza a partir de 2018 y se agrava con la pandemia

El número de suicidios aumenta cada año desde que en 2008 se convirtiera en la primera causa de muerte no natural en España. Los datos del estudio que  ha presentado en España sobre la evolución de la mortalidad por suicidio en los últimos 20 años así lo avalan, un informe realizado a partir de las cifras del Instituto Nacional de Estadística (INE). Los investigadores de la Universidad Complutense de Madrid, del Centro de Investigación Biomédica en Red de Salud Mental (CIBERSAM) y del Hospital del Mar de Barcelona que han coordinado el estudio, señalan un cambio de tendencia al alza a partir de 2018, un incremento en el número de suicidios que se aceleró con la llegada de la pandemia

No obstante, los cambios tendencia iniciados en 2018 y las consecuencias de la pandemia que aceleraron el número de suicidios, no afectaron a la foto que sigue fija: tres de cada cuatro personas que fallecieron por suicidio en 2021 fueron hombres (en concreto, 2.982), de los que la mitad tenían entre 40 y 64 años.

Además, las tasas de suicidio más altas (por encima de los 10 suicidios por cada 100.000 habitantes) se registraron en todas las provincias gallegas, en Asturias, en algunas de Castilla y León y de Andalucía.  En todas ellas se produjeron tasas de suicidio por encima de la media española (8,4) y la que marca la Organización Mundial de la Salud de 9. Las provincias con los peores datos en 2021 fueron Lugo, con una tasa de 15,6 por 100.000 habitantes, Zamora con 14,2, Jaén con 13,1, A Coruña con 13 o Asturias con 12,8.

Los datos del suicidio en España indican que dentro de las provincias más afectadas por este fenómeno, son las ciudades más grandes las que registran cifras de suicidios más altos. Una tendencia que se agravó con la llegada de la pandemia porque las restricciones fueron más estrictas en las ciudades más pobladas que en los pueblos de menos de 10.000 habitantes donde relajaron el confinamiento: los bares, restaurantes y otros locales de ocio pudieron abrir y acabaron antes con las franjas horarias que impedían pasear y hacer deporte. 

En concreto, un 32% de los fallecidos vivían en capitales de provincia, cerca de un 25% en zonas rurales y el resto, en ciudades con una población superior a los 100.000 habitantes. 

El informe arroja también otras conclusiones. Por un lado, las tasas de mortalidad por suicidio aumentan en los meses de verano. De hecho, es julio el mes donde se producen más suicidios. Por otro, los datos muestran además que los extranjeros son los más afectados por este problema: entre 2018 y 2021 los suicidios entre los españoles creció un 6,5% frente al 24,3% que aumentó entre las personas migrantes.

Las interpretaciones de los expertos: las poblaciones más envejecidas se suicidan más 

¿Cómo explicar estas cifras? Los expertos solo pueden especular. “Este tipo de fenómenos no suelen experimentar cambios bruscos rápidamente, las tendencias se mantienen y se podría esperar que se mantengan en la misma línea de los años anteriores”, explica a Newtral.es Alejandro de la Torre, de la Universidad Complutense de Madrid y uno de los autores del estudio. 

El confinamiento durante la pandemia es una de las causas que explican un suicidio –se incrementaron el número de muertes por esta causa– pero la fotografía ya estaba revelada desde hace años: “Galicia, Castilla y León y algunas zonas de Andalucía son siempre donde se registran más suicidios y las razones son múltiples porque la conducta suicida es un fenómeno poliédrico que no tiene una sola causa”, indica De la Torre. 

Una de las interpretaciones de los investigadores apuntan a la demografía en estas comunidades autónomas donde se registran históricamente más suicidios. “Estas regiones tienen una población más envejecida por lo que es más probable que tengan mayor mortalidad por suicidio”. Según recoge la literatura científica al respecto, las personas de mayor edad suelen tener un “mayor éxito” cuando intentan suicidarse, es decir, necesitan de menos intentos para lograrlo; los adolescentes, sin embargo, lo intentan muchas veces antes de lograrlo. 

Julio Bobes, catedrático de Psiquiatría de la Universidad de Oviedo y Jefe de Servicio del Área Sanitaria de Oviedo, añade un nuevo argumento: Las regiones más golpeadas por los suicidios en España son las que presentan mayor emigración. “Las zonas de donde se marchan los jóvenes en búsqueda de mejores proyecciones para su vida son las que normalmente registran más suicidios”. 

Bobes enumera los criterios que se consideran en psiquiatría para determinar una tendencia suicida, además de las enfermedades mentales graves. “Balances existenciales, falta de trabajo estable, soledad, desesperanza, desgaste… Las personas mayores sufren más estos altibajos que los jóvenes que se han marchado a ciudades más grandes para comenzar su vida laboral”, detalla. 

Los hombres fallecen más por suicidio pero las mujeres lo intentan mucho más

Los expertos consultados, con décadas de experiencia estudiando las conductas suicidas, indican que desde que existen datos se registran más suicidios entre hombres que entre mujeres. “Los hombres fallecen más por suicidio pero las mujeres lo intentan mucho más”, argumenta De la Torre. “Además, ellos utilizan métodos mucho más letales que ellas”. Y esta tendencia del suicidio en España se repite en prácticamente todos los países. 

Las razones son socioculturales. Javier Jiménez, psicólogo clínico y presidente honorario de la Asociación de Investigación, Prevención e Intervención del Suicidio (AIPIS) indica que los hombres acuden menos al psicólogo para encontrar ayuda profesional. Tampoco comparten sus problemas o ansiedades abiertamente con otras personas de su entorno a diferencia de las mujeres. Bobes también apunta que, en muchos casos, las mujeres que intentan quitarse la vida utilizan métodos “más civilizados”, mientras que los hombres optan por maneras “más definitivas”. 

De la misma manera analiza la situación del suicidio en España la psicóloga clínica Julia Castellanos del Hospital madrileño La Paz. “Las mujeres tienden a provocarse autolesiones superficiales o sobreingestas de pastillas y los hombres ahorcarse o tirarse por un edificio”. Castellanos también apunta a la impulsividad de ellos o al déficit de serotonina, un neurotransmisor que aporta estabilidad emocional.

Los investigadores puntualizan que para bajar las tasas la única manera es inversión y tiempo. Es necesario crear programas para sensibilizar y formar a toda la población involucrada en prevenir un suicidio: profesores, policías, bomberos, médicos de familia, psicólogos, psiquiatras o enfermeros. Y también garantizar el tratamiento correcto durante el tiempo de atención necesario de las personas en situación de riesgo. “La pandemia ha puesto sobre la mesa el problema de salud mental que existe en España desde hace décadas, ahora hay que comenzar a solucionarlo”, indica Bobes.

Fuentes

psicóloga clínica Julia Castellanos

Javier Jiménez, psicólogo clínico y presidente honorario de la Asociación de Investigación, Prevención e Intervención del Suicidio (AIPIS)

Estudio de la Universidad Complutense de Madrid, del Centro de Investigación Biomédica en Red de Salud Mental (CIBERSAM) y del Hospital del Mar

Julio Bobes, catedrático de Psiquiatría de la Universidad de Oviedo y Jefe de Servicio del Área Sanitaria de Oviedo

Alejandro de la Torre, de la Universidad Complutense de Madrid

INE

Read Entire Article