Desde el traslado de sus restos en octubre de 2019, la nueva tumba de Francisco Franco se ubica en el cementerio de El Pardo-Mingorrubio. Ahora está enterrado junto a su mujer Carmen Polo y es necesario recibir un permiso para acudir al panteón. Hasta ahora se han autorizado todas las solicitudes de visita: son ocho, todas de familiares, y varias cercanas a la fecha de la muerte del dictador.
Aunque el cementerio pertenece a Patrimonio Nacional, en 2019 el Gobierno publicó un Real Decreto por el que le retiraba el panteón que posteriormente albergaría los restos de Franco. La titularidad pasó así a la Administración General del Estado (AGE).
Visitar la nueva tumba de Franco requiere autorización previa: ocho solicitudes desde su traslado
A diferencia del Valle de los Caídos, en el que el régimen de visitas a la tumba de Franco era abierto, para acudir a este panteón los familiares deben recibir una autorización y que el personal de seguridad les abra el acceso. Como recoge EuropaPress, hay tres copias de las llaves: una es del cementerio, otra de la Delegación del Gobierno de Madrid y otra de Patrimonio Nacional.
Panteón en el que están enterrados Francisco Franco y Carmen Polo. Foto: Cesión Ana Gómez.A través de una petición de transparencia al Ministerio de Hacienda, Newtral.es ha podido conocer el número de visitas que ha recibido la tumba en el que está enterrado Francisco Franco y su esposa Carmen Polo desde el traslado de los restos en 2019. Son un total de ocho, y todas son de familiares.
Como señalan desde el Gobierno en la resolución, todas han sido aceptadas en las fechas y horarios solicitados. La mayor parte han sido pedidas solo con dos o tres días de antelación, y en los dos últimos años varias visitas son cercanas al 20 de noviembre, fecha de la muerte del dictador.
El panteón en el que está enterrado el dictador sigue costando dinero público
Como ya contamos, tras pasar la titularidad del panteón a la Administración General del Estado, es esta quien se hace cargo de los gastos de mantenimiento, limpieza y seguridad.
La gestión de la unidad de enterramiento cuesta 123,84 euros anuales, mientras que la limpieza está estimada en los 360 euros al año, según han apuntado desde el Gobierno.
Lo más caro es la seguridad: desde 2020 hasta 2024, el desembolso para este servicio es de 68.684 euros. Además, el contrato fue adjudicado sin concurso público —Hacienda “invitó” a las compañías que creía convenientes— a una unión de tres empresas. Una de las adjudicatarias, Ariete Seguridad, pertenece a Silvia Cruz Martín, una exconcejala del Partido Popular de Alcorcón entre 2011 y 2017. Fue durante la alcaldía de David Pérez, actual consejero de Transportes de Ayuso.
Fuentes
Petición de transparencia
Portal de Contratación del Estado
