«Que miras, bobo»: así es por dentro el monasterio de Lugo que desde el siglo XVI alberga la misma frase que ahora hizo viral Messi

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Monasterio de Samos, Lugo. El edificio, que data del siglo VI, está ubicado en la calle principal de este pequeño municipio de unos 1.200 habitantes, donde apenas hay unos pocos comercios y algunos bares. La vida allí en invierno es “tranquila”, como cuenta a Newtral.es una vecina de la zona, aunque estos últimos días esa calma se ha visto interrumpida por una frase que Lionel Messi dijo a miles de kilómetros.

El futbolista se hizo viral tras el partido de Argentina contra Países Bajos en el Mundial de Catar por haberle dedicado un “¿qué mirás, bobo?” a un jugador del equipo rival. Tras la publicación del vídeo en el que se recoge este momento, varios usuarios han compartido en los últimos días una imagen de un monasterio en la que se puede ver una inscripción en letras rojas con la misma frase que pronunció el argentino. En este caso, aparece grabada en una piedra en forma circular. 

Algunos mensajes la sitúan en este monasterio de Samos. En Newtral.es nos hemos acercado hasta allí para verificar su origen.

La inscripción en la que se lee “que miras bobo” se encuentra en uno de los claustros del monasterio de Samos (Lugo)

La inscripción, como hemos podido comprobar in situ, es real y se encuentra en este monasterio del siglo VI en el que viven ahora mismo varios monjes benedictinos que desarrollan allí su día a día. En concreto, el texto con la frase “que miras bobo”, en mayúsculas y sin ninguna tilde, está grabado en una de las claves, las piezas que unen los cientos de nervios de la bóveda, en el Claustro de la Nereidas, a unos escasos metros de la portería, que sirve de acceso principal al recinto.

Las letras son únicas: en todo el monasterio solo hay una clave que contenga un mensaje así; el resto, en su mayoría, están decoradas con motivos vegetales o personalidades importantes en la historia del templo, como explica a Newtral.es Julia Fernández, la guía turística del recinto. Hay varias decenas repartidas por todo el claustro. Esta se ubica en una esquina del recinto y une las aristas que van a dar a uno de los arcos que se abren al patio interior.

Monasterio de Samos, en Lugo (imagen de Newtral.es)

Un maestro de obras grabó la inscripción en el siglo XVI como advertencia a los monjes para que no levantaran la vista durante sus rezos

La inscripción, grabada “en forma jeroglífica”, forma parte de la “picaresca medieval” de la época, como explican en la web de la Abadía de Samos. Se le atribuye a Pedro Rodrígues, un cantero de Monforte de Lemos (una población a unos 40 kilómetros de Samos), como especifican a Newtral.es en el monasterio. De hecho, su nombre aparece también grabado en una de las claves del pasillo a modo de firma. 

Él fue el maestro de obra encargado de construir el claustro, que se levantó sobre el anterior, extinguido en un incendio a mediados del siglo XVI. La obra se terminó en 1582 y, desde entonces, se han ido restaurando partes del interior y de las dos plantas, aunque la estructura del edificio se mantiene desde sus orígenes.

El grabado con la frase “que miras bobo”, repasado con pintura roja para que se viese mejor, también es del siglo XVI y “se interpreta como una llamada de atención a los monjes benedictinos, que eran contemplativos, es decir, se recorrían el claustro meditando o rezando mientras caminaban” (un ritual que mantienen aún hoy). Este trayecto lo hacían mirando al suelo, cabizbajos, y de ahí que la inscripción estuviera pensada como una especie de regaño para que, “si se les ocurría mirar hacia arriba o alzar la vista, se encontraran con ese ‘que miras bobo’, una forma de decirles que siguieran rezando”, apunta Fernández. “Lo curioso es que ya en aquella época, hace más de 400 años, se utilizara una expresión que también hoy se emplea”, apostilla la guía.

Interior del Claustro de las Nereidas del monasterio de Samos (imagen de Newtral.es)

Una imagen muy comentada en el pueblo

Los vecinos consultados por Newtral.es coinciden en que la viralización de esta imagen no ha supuesto de momento una afluencia mucho mayor de visitantes, aunque sí ha despertado el interés de los turistas. “No hemos notado un gran cambio, pero sí se ha comentado bastante en el pueblo y la gente que viene también pregunta”, comenta la regente de uno de los establecimientos de Samos.

De hecho, Ana, Paula y Teresa, tres jóvenes que estaban de viaje por Galicia en sus vacaciones, decidieron acercarse hasta allí movidas por la curiosidad: “Nosotras teníamos otros planes para hacer visitas y rutas, pero decidimos acercarnos porque nos llamó la atención lo del ‘que miras bobo’, aunque también nos atrajo mucho la historia del monasterio”, cuenta una de ellas.

Por su parte, uno de los monjes del monasterio, consultado por Newtral.es, rebaja, modesto, las expectativas creadas en torno a la imagen viral: “Ha generado mucho interés, pero sobre todo en los medios de comunicación. Es solo un detalle, una anécdota, una tontería”.

Uno de los pocos monasterios gallegos que aún están habitados por monjes

El monasterio, que conjuga tres estilos arquitectónicos distintos y sufrió varias ampliaciones a lo largo de su historia, tiene más de 1.500 años de historia, aunque de su origen “no se conserva nada”, como explica la guía turística. 

El recinto es parada obligada para los peregrinos, ya que forma parte de uno de los itinerarios del Camino de Santiago. Es uno de los pocos monasterios que aún siguen estando habitados por monjes en Galicia, como indican desde la web de turismo de la Xunta de Galicia.

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