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En el Día de la Mujer y la Niña en la Ciencia, repasamos algunos de los datos que demuestran lo masculinizado que continúa estando el sector industrial y os animamos a defender una reconversión del mismo en clave ecofeminista.
El 11 de febrero (11F) se celebra el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia. A pesar de que los ámbitos de la ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM, por sus siglas en inglés) se consideran fundamentales para las economías nacionales, hasta ahora la mayoría de los países, independientemente de su nivel de desarrollo, no han alcanzado la igualdad de género en este ámbito. Esto aplica directamente a la industria, un sector altamente masculinizado.
La brecha de género en las carreras técnicas no solo continúa existiendo, sino que se ha acentuado los últimos años: hay menos alumnas matriculadas en matemáticas, ingenierías y otras carreras de ciencias. Esto se traduce en una representación muy escasa de las mujeres en los ámbitos profesionales del STEM. En 2022, solo el 16 % de las personas empleadas en estos sectores eran mujeres, según el estudio «El ámbito de las STEM no atrae el talento femenino», del Observatorio Social de la Fundación “la Caixa”.
En materia industrial, los últimos datos de la Encuesta de Población Activa (EPA), elaborada por el Instituto Nacional de Estadística (INE), reflejan que este sector empleaba en el último trimestre de 2023 a un total de 2.829,8 miles de personas, de las cuales las mujeres no alcanzaban a representar el 28 % (790,4 miles de mujeres frente a 2.039,5 miles de hombres).
Fuente: elaboración propia a partir de los datos del INE
A nivel global las mujeres desempeñamos peores puestos dentro de las industrias, de menor responsabilidad y con retribuciones más bajas. La brecha salarial explica cómo el poder continúa estando en manos de hombres, en muchos casos, por el mero hecho de ser hombres. La desigualdad no solo se hace patente en la distribución laboral, sino que se observa en todas y cada una de las fases del proceso industrial. La tecnología, por ejemplo, será machista siempre que sea diseñada por y para hombres: desde los baños de un edificio hasta la voz de una inteligencia artificial, pasando por las pruebas médicas (un poco más de información sobre esto). Es preciso que haya diversidad de miradas y de voces para que las necesidades de todas las personas se vean cubiertas.
Necesitamos más mujeres en ciencia y en la industria para no dejar fuera a la mitad de la población por razones de sexo. Necesitamos más referentes que den la vuelta a la estadística preuniversitaria, que expone que solo el 0,7 % de las adolescentes se muestran interesadas en estudiar un grado de algunas de estas disciplinas, frente a 7 % de hombres, a pesar de que aquellas que finalmente se matriculan presentan mejor rendimiento académico que ellos (estudio de la Fundación “La Caixa).
Fuente: estudio «El ámbito de las STEM no atrae el talento femenino», del Observatorio Social de la Fundación “la Caixa”.
En el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, nos posicionamos más que nunca a favor de una transformación industrial que promueva la igualdad entre sexos, para lo que es imprescindible una inclusión transversal de los postulados ecofeministas. Únete a nosotras en las redes sociales con estos hashtags: #IndustriaLaJusta, #DiaMujeryNiñaenlaCiencia, #TodasHacemosCiencia. Y grita bien alto que #LaIndustriaTambiénEsNuestra.
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