La rentabilidad de las letras del Tesoro es la más alta desde el 2012

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Las letras del Tesoro Público han despertado el interés de los inversores por su creciente rentabilidad hasta tal punto que la web dejó de funcionar el pasado jueves tras recibir un aluvión de peticiones de adquisición de deuda pública. Tal ha sido el colapso que el Banco de España ha decidido que a partir del 7 de febrero sea necesario solicitar cita previa para comprar estos títulos de deuda pública.

Este incremento exponencial de la demanda de letras se debe al aumento de su rentabilidad que ha alcanzado unos porcentajes que no se veían desde el 2012. El aumento del precio del dinero por parte del Banco Central Europeo (BCE) para tratar de controlar la inflación, actualmente en el 3% y subiendo, ha acabado con una década de rentabilidades negativas de este tipo de deuda pública. 

Los expertos consultados también apuntan al contexto de incertidumbre económica y geopolítica que afecta a los mercados bursátiles y a una banca que no está remunerando el pasivo, es decir, el dinero que los ahorradores depositan en los bancos a plazo fijo. Todos estos ingredientes empujan a los particulares a hacer largas colas frente al Banco de España estos últimos días para comprar letras del Tesoro, de mayor rentabilidad y menor riesgo.

¿Por qué ha aumentado el interés por las letras del Tesoro?

“Las letras del Tesoro ofrecen una mayor rentabilidad en este momento que otras alternativas muy líquidas, como los depósitos bancarios que aún no han reaccionado a la subida de tipos”, indica a Newtral.es Santiago Carbó, director de Estudios Financieros de Funcas. “El boca a boca ha podido funcionar, las colas han llamado a más colas pero es innegable que la opción de comprar deuda pública es rentable y segura para el inversor medio”. Carbó indica, además, que no es la primera vez que ocurre. El apetito por letras del Tesoro ha crecido en otros momentos, “como durante la crisis financiera de 2008 y en el 2012”. 

De la misma manera explica este boom inversor José Emilio Boscá, profesor de Economía de la Universidad de Valencia e investigador de Fedea. “Se trata de un producto que la gente percibe que no tiene riesgo y que está asegurando cierta rentabilidad. Como los bancos no están remunerando (salvo casos muy especiales) los depósitos bancarios, el individuo que no quiere asumir riesgos de perder parte de lo que invierta, se decanta por las letras del Tesoro”.

“Ahora hay interés debido a que la subida de tipos de interés por parte del BCE hace que los países de la UE tengan que financiarse a un tipo de interés mayor”, añade, por su parte, Sergio Ávila, analista de mercados de IG España. “Al considerarse una inversión segura, los ciudadanos la eligen cuando consideran que el tipo de interés es suficiente como para no arriesgar más en otras inversiones”. En general, en España la ciudadanía es bastante conservadora en términos de inversión, añade Ávila, lo que también explica esta fuerte demanda.

¿Cuál es la rentabilidad que ofrecen estos títulos de deuda pública?

Carbó advierte que la rentabilidad de las letras es relativa. “Con la inflación actual [por encima del 3%], y una rentabilidad de las letras entre el 2 y el 3%, el resultado sale casi cero, pero la situación era mucho peor antes”. Es decir, la rentabilidad actual de las letras no sirve para batir la inflación pero sí para paliar el golpe de la subida generalizada de los precios sobre los ahorros y que, además supera a los depósitos y son más seguros que los mercados bursátiles. 

La rentabilidad de las letras del Tesoro llevaba siendo negativa desde 2016. Pero en mayo del 2022 la situación se revirtió cuando las letras a 12 meses comenzaron a dar un leve beneficio (0,089%, como recoge en la página 15 el informe del Tesoro). Desde entonces y ante varias subidas de tipos del BCE, la rentabilidad de las letras no ha parado de crecer. 

En diciembre del año pasado el total de letras que se emitieron se pagaron a una media de 0,728% (página siete de la estadística). Y en la última subasta, celebrada a mediados de enero, estos títulos de deuda pública a tres meses se emitieron a un interés del 2,182%, a seis meses al 2,384%, a nueve meses al 2,830% y a 12 meses se emitieron a un interés cercano al 3%, del 2,98%. Unos valores de rentabilidad que no se alcanzaban desde el año 2012.

Y esta rentabilidad de las letras del Tesoro supera a la que ofrecen los bancos por sus depósitos. “La gente que tiene ahorros guardados en el banco comprobará que su entidad financiera no remunera los depósitos de ahorro, mientras que sí que está subiendo los tipos de interés en la parte de los activos, de los créditos”, indica a Newtral.es Antonio Sanabria, profesor de Economía Aplicada en la Universidad Complutense de Madrid. Es decir, el dinero guardado en los depósitos del banco, en un entorno inflacionista como el actual, pierde su valor por lo que invertir en un activo financiero como las letras se convierte en una opción viable. “La deuda pública ofrece una rentabilidad modesta, aunque mayor que la que ofrecen los bancos”, añade Sanabria. 

Con una ventaja añadida: la seguridad que supone que es el Estado español el garante de esta deuda. “No hay una desconfianza de los ciudadanos con respecto a los títulos de deuda pública, lo que sugiere una confianza en la economía y en la solvencia del Estado”, insiste el profesor de la Complutense.

¿Qué son las letras del Tesoro? 

El Estado financia su deuda pública pidiendo dinero prestado mediante la emisión de títulos financieros en forma de deuda. Se trata de préstamos que el Estado devuelve en un periodo de tiempo y a un interés fijado previamente. En España, es el Tesoro Público el que lanza estos títulos de deuda pública. Existen tres tipos: los bonos, las obligaciones y las letras del Tesoro.

Frente a los bonos y las obligaciones, las letras del Tesoro son las que tienen plazos de vencimiento más cortos: de tres, seis, nueve y 12 meses frente a los tres y cinco años de los bonos y los hasta 50 años de las obligaciones. Por esta razón, las letras suponen menor riesgo para el inversor que prevea o quiera vender estos valores antes de su vencimiento, por lo que son los que han experimentado una mayor demanda en los últimos meses.

“Que haya aumentado precisamente la demanda de letras del Tesoro por su rentabilidad y no de bonos u obligaciones es porque la perspectiva de la gente que los adquiere es cortoplacista, no se fía del medio o largo plazo, por la guerra de Ucrania, por la inflación, por la coyuntura que es, cuanto menos, poco estable”, añade Sanabria. 

¿Cómo adquirir letras del Tesoro?

Para adquirir una letra del Tesoro se puede acudir presencialmente a una de las sedes del Banco de España, con el DNI, los datos bancarios y el dinero para invertir. El importe mínimo son 1.000 euros y las peticiones por cantidades superiores han de ser múltiplos de 1.000 euros. No obstante, la entidad exige un depósito previo del 101%, es decir, 1.010 euros por título. El pago puede hacerse mediante efectivo, cheque bancario o transferencia y el Banco de España no cobra comisión por tener una cuenta ni por gastos de apertura ni de mantenimiento, solo por transferencias en efectivo. 

También se pueden comprar letras del Tesoro de creciente rentabilidad a través de la web con el certificado electrónico. Sin embargo, la gran afluencia de inversores de los últimos días “está provocando una ralentización de los tiempos de respuesta de la página web”, como indica el Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital en un mensaje.

Las letras se emiten mediante subasta, una vez al mes y generalmente los martes, como indica el Tesoro. La próxima fecha de subasta, según este calendario, será el martes 7 de febrero para las letras de seis y 12 meses, mientras que la subasta de letras de tres y nueve meses será la semana siguiente, el martes 14 de febrero.

Fuentes

Santiago Carbó, director de Estudios Financieros de Funcas

José Emilio Boscá, profesor de Economía de la Universidad de Valencia e investigador de Fedea

Sergio Ávila, analista de mercados de IG España

Antonio Sanabria, profesor de Economía Aplicada en la Universidad Complutense de Madrid

Tesoro Público

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